Medio Ambiente y Medio Ambiente Urbano.
Concepciones y formas de acción sobre la ciudad desde una perspectiva histórica. Buenos
Aires 1880-1915
Verónica Paiva
IAA-FADU-UBA/CONICET
La bibliografía suele colocar los
inicios del ambientalismo hacia fines de la década de 1960 y sobre todo hacia 1970, a
partir de la elaboración de documentos claves como la Conferencia de Estocolmo sobre
Medio Ambiente Humano (1972), la creación del Programa MAB (Man and Biosphera) y el
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) por sólo citar los más
significativos. En lo relativo al campo urbano, la incorporación de la temática
ambiental como parte de las dimensiones de análisis de la planificación urbana, no
registra más de veinticinco años.
Sin embargo, revisando la historia es un
hecho comprobable que la reflexión sobre el medio ambiente tiene vieja data en las
discusiones de las disciplinas, tanto en las ciencias naturales como en las sociales. A
pesar de la antigüedad del debate sobre el medio en las distintas ciencias, la historia
del medio ambiente urbano ha sido poco investigada y mucho menos a nivel local. En este
campo, existe muy poca bibliografía, y lo frecuente es encontrar historias ecológicas,
es decir, textos que tratan la historia del ambiente con las dimensiones de análisis
ecológicas actuales, examinando cómo los distintos estilos de desarrollo, es decir los
modos concretos de organización productiva y social, han contribuido a forjar manejos
más o menos sostenibles del ambiente a lo largo de la historia. En general, esta es la
mirada dominante en la elaboración de historias ambientales desde la década de 1970 a la
actualidad, tanto a nivel internacional como nacional.
Desde esta línea de interpretación
ecológica, trabajan, por ejemplo, González de Molina en Historia y Medio Ambiente o
Fernández Figueroa en Problemas de Historia Urbana y Regional. Entre nosotros, uno de los
libros más publicitados sobre historia ambiental argentina, es el de Brailovsky y
Foguelman; Memoria Verde. Historía Ecológica de la Argentina. En dicho texto, el enfoque
general de los autores coincide con el de los anteriormente citados al analizar la
incidencia de los diferentes estilos de desarrollo en los manejos más o menos
equilibrados de la relación naturaleza sociedad, en distintos períodos
históricos en nuestro país.
En este sentido, mi criterio es que este
tipo de historia ecológica resulta útil para responder a preocupaciones fundamentales
del historiador ecologista, tales como reconstruir situaciones pasadas para evaluar
problemáticas ambientales actuales o indagar sobre la sostenibilidad del ambiente a lo
largo de la historia, pero cae en anacronismos al utilizar categorías como
sostenibilidad, equilibrio naturaleza- sociedad, que remiten más a los conceptos y
problemas actuales del debate ambiental, que a los criterios vigentes en las sociedades
históricas que pretende analizar. Del mismo modo, designa de ecologistas a medidas de
ordenamiento sobre el entorno urbano, que fueron puestas en práctica desde teorías
científicas y objetivos de intervención, muy diferentes a los actuales.
Desde este presupuesto de partida, mi
interés en esta investigación es indagar sobre la temática del medio urbano porteño
entre 1850 y 1915, con otro abordaje que considero que puede enriquecer los estudios de
historia ambiental. Para ello, mis dimensiones de análisis son: a. las profesiones que
paulatinamente se encargaron de estudiar y proponer intervenciones para la mejora del
entorno urbano porteño entre 1850 y 1915, b. los problemas que signaron como prioritarios
en distintas etapas, c. las teorías científicas y concepciones que guiaron las
prácticas sugeridas para la ciudad en dicho período, d. Los términos utilizados a
través del tiempo para denominar aquello que hoy llamamos medio ambiente urbano, y en la
misma línea, señalar la emergencia de las palabras medio, ambiente o medio ambiente en
los textos relativos al campo urbano, marcando concretamente la aparición del término
medio ambiente urbano, en los escritos referidos a la ciudad.
En este sentido, mi hipótesis es que
durante 1850-1915, existieron distintas profesiones (química, higienismo médico e
ingeniería sanitaria, en ese orden), que se ocuparon del medio urbano porteño,
proponiendo acciones ancladas en criterios científicos y objetivos de intervención que
tenían como meta mejorar la calidad de vida urbana, pero que se alejan absolutamente de
lo que hoy se consideran prácticas ecológicas o ambientales. Al tiempo que considero que
aquellos modos de intervención no pueden ser llamados ambientales en el sentido actual
del término, también sugiero que fue al calor de aquellas primeras profesiones que se
ocuparon de la ciudad: de los viejos y nuevos problemas que aparecen en diferentes etapas,
de la transferencia de problemáticas hacia nuevas disciplinas que van emergiendo en
distintos momentos, y de la renovación de las ópticas científicas y disciplinares con
las que paulatinamente fue abordada la temática del entorno urbano, que lentamente fue
institucionalizándose el concepto medio ambiente urbano en los textos referidos a la
ciudad, hacia principios del siglo XX. Siguiendo esta hipótesis, otro de los objetivos de
la investigación es señalar las similitudes y diferencias entre la connotación de aquel
concepto naciente hacia 1915, con las actuales implicancias del término medio ambiente
urbano.
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